La semana pasada escribí la primera parte de este Principio, si no la has leído consúltala aquí. En cualquier caso empezaré por resumir en unas cuantas líneas los conceptos básicos de los que hablé hace una semana:
La diferencia entre especular e invertir.
La diferencia entre precio y valor.
La importancia del Margen de Seguridad en tus inversiones.
La importancia de valorar los incentivos de quienes te ofrecen una inversión.
El concepto de dejar pasar la bola - Al invertir no te ponchan por no batear.
Si analizas tus inversiones con la cabeza y no con el miedo a perder un tren que todos los demás parecen estar tomando con éxito, entonces tendrás mayores probabilidades de invertir de forma inteligente. Pero tal como en el ejemplo de la semana pasada del proyecto de Los Angeles que rechacé, si haces la tarea es un hecho que a lo largo de tu vida habrá oportunidades de inversión que rechazarás y que terminarán por ser buenas. No importa, ten presente que es preferible tomar una buena decisión con un mal resultado que una mala decisión con un buen resultado.
Más aún cuando el mal resultado es simplemente haber dejado pasar una oportunidad. Es un error de omisión, no un error de ejecución y créeme que puedo decirte por experiencia que en el mundo de las inversiones los errores de ejecución son siempre más costosos que los de omisión.
Hoy voy a contarte sobre un proyecto en el que participé y que ha resultado un éxito financiero para todos los que participamos. Se trata de un pequeño hotel en la Ciudad de México, un edificio de los años 50’s que estaba descuidado y con un pésimo mantenimiento; eso sí, en una ubicación magnífica y privilegiada para un hotel de esas características. Cuando vi ese hotel por primera vez lo único que me pasó por la mente fue que no era lógico que un lugar tan descuidado y feo pudiese tener clientela, pero la tenía precisamente gracias a su gran ubicación.
El operador del hotel rentaba el pequeño edificio a una familia que era propietaria del inmueble. El operador tenía un grupo de hoteles de buen nivel y que seguramente producían utilidades atractivas y este hotel era por lo tanto una ubicación a la que no prestaba atención, en adición a que la propiedad no era de ellos y eso le restaba aún más atractivo. Por su parte, la familia propietaria del inmueble era un grupo de hermanos que habían heredado la propiedad de su padre, quien había fallecido hacía algunos años; cada hermano tenía su profesión y no entendían mucho de bienes raíces, en adición a que el estado de la propiedad no era bueno y por lo tanto no resultaba atractiva para los ojos de ninguna persona.
Cuando me enteré que el operador buscaba traspasar el contrato de operación del hotel me acerqué a preguntar las condiciones, fui seguramente el único interesado en aquel momento. El contrato tenía tan sólo unos cuantos meses más de vigencia y después de indagar un poco supe que el operador ya no estaba interesado en renovar y lo que buscaba era ganar algo por traspasar la operación antes de renunciar al contrato. A través del operador conocí a los propietarios del inmueble y negocié la compra del edificio, esto al mismo tiempo que negocié con el operador el traspaso del negocio.
Eventualmente llegué a un acuerdo con ambas partes, compré él inmueble a los propietarios y pagué al operador un traspaso para que diera por terminado el contrato de operación y me entregara el inmueble con las instalaciones que ya tenía. Desde los primeros días que tomé la operación del hotel empecé a hacer pequeños cambios en las tarifas, la dinámica de atención a clientes y en general en el servicio y atención. El equipo de operación que seleccioné se enfocó desde el inicio en dar mantenimiento al hotel, tanto en materia de pintura como a otras muchas áreas, incluyendo mobiliario, iluminación, pisos, fachadas y un sinfín de áreas que estaban muy descuidadas.
Con el paso del tiempo el hotel fue ganando reputación y clientela y tan sólo unos cuantos meses después de que lo adquirimos producía ya mensualmente 1/6 de lo que pagamos por el traspaso, es decir, cada 6 meses producía el equivalente a lo que habíamos pagado por el traspaso del negocio. Esto era algo impensable en la industria y aun cuando tomaría varios años recuperar la inversión total porque la mayor inversión la representó la compra del edificio, las expectativas iniciales no fueron nunca tan positivas como la realidad demostró ser. El grupo de gestión que puse al frente de este proyecto resultó estupendo y cada mes se rompían los records anteriores y se conseguían mejores beneficios, algo que continuó y continuó durante 3 años.
Al terminar el tercer año entendí que la ubicación era aún mejor de lo originalmente estimado y que el hotel tenía potencial para más, así que en consenso con los inversionistas del proyecto, decidimos cerrar el inmueble para hacer una remodelación mayor y convertirlo en un hotel de mejor nivel y más actualizado, algo que aumentaría de forma importante la plusvalía de nuestra inversión y garantizaría una operación exitosa por muchas décadas por venir. Durante los 3 años que mantuvimos el hotel en operación previo al cierre, conseguimos beneficios equivalentes al 50% de nuestra inversión original total (incluyendo la inversión en la propiedad), es decir, un rendimiento anual superior al 15%; y esto ya incluyendo lo mucho que gastamos en inventarios y mantenimiento para poner aquel viejo edificio en condiciones competitivas.
Esta fue sin duda una inversión inteligente y la decisión de remodelarlo y convertirlo en un hotel de características actualizadas y competitivas para el mundo actual lo ha sido también. Hoy es ya uno de los Hoteles modernos de nuestro grupo y el rendimiento es adecuado y con potencial de mantenerse así por décadas por venir.
Invertir lo ahorrado de forma inteligente es uno de los Principios de la riqueza que enseño en mi libro "¿Quieres ser Millonario? Yo te enseño". Si quieres saber más, cómpralo en esta web o en cualquiera de los canales de distribución autorizados.
Manolo, muchas felicidades por tu blog. Bien escrito, claro, transmite ideas importantes de manera memorable. (soy Alberto)
Estimado Manolo
Disfrute la lectura, Gracias por compartir
Gracias a todos por leer y por tan positivos comentarios
Maravilloso artículo. Tienes una capacidad para explicar las cosas de una manera muy fácil de entender. Es un gusto leer tu blog todas las semanas.
Muy bien explicado, fácil de entender y con una gran posibilidad de aplicación a cualquier nivel económico, felicidades