Hay muchos tipos de personas y dependiendo del tema del que se hable pueden categorizarse en un sinfín de formas, pero en afán de simplificar y de transmitir fácilmente lo que hoy quiero decir, lo resumiré a dos.
Estos dos tipos de personas con las que puedes hacer negocio y en general relacionarte, son:
Aquellas con las que es fácil entenderse y...
Aquellas con las que es difícil.
Si evitas a la gente con la que es difícil relacionarse simplificarás tu vida, tus decisiones y mejorarás las probabilidades de que tus decisiones salgan como esperas. Si la gente con la que haces negocio te agrada, entonces cuando haya momentos difíciles estos serán más llevaderos, si por el contrario no te agrada, al primer problema habrá fricciones y es probable que incluso no puedas resolverlas.
La mayoría de los negocios que mi padre emprendió a lo largo de su vida fueron en conjunto con su núcleo de amigos con los que emigró a México desde España. Incluso actualmente, 50 años después de haber llegado a México sigue haciendo negocio solo con la gente con la que se relacionó desde aquella época.
Su razonamiento es muy simple: Me agradan, me entiendo perfectamente con ellos y ellos conmigo, se cómo piensan y conozco sus reacciones ante situaciones complicadas y su forma de responder bajo presión, es gente con la que he encontrado el éxito y ambas partes tenemos claras nuestras capacidades y expectativas, es gente a la que respeto por sus capacidades y logros.
¿Para qué arriesgarme con socios nuevos a los que quizá no respetaré de la misma forma?
Mi caso no es diferente y desde luego tiene que ver con la educación que recibí en casa, y es por eso que la mayoría de mis socios son heredados de mi padre o de mi más cercano grupo de amigos y conocidos que a lo largo de los años de universidad y carrera profesional fui haciendo.
Mi forma de ver a las personas ha sido aún más radical de lo que era la de mi padre y es por eso que muchos de los socios originales de mi padre se han quedado en el camino y ya no están en mis nuevos proyectos. Cuando tienes la suerte de encontrar a tanta gente buena y valiosa como yo he encontrado a lo largo de mi vida, puedes darte el lujo de escoger a quien invitas a ser parte de tu vida y de tus negocios, y esta ha sido la dinámica que desde hace años mantenemos en mi familia.
Hacer negocios únicamente con la gente que te agrada y respeta es uno de los Principios de la riqueza que enseño en mi libro "¿Quieres ser Millonario? Yo te enseño". Si quieres saber más, cómpralo en esta web o en cualquiera de los canales de distribución autorizados.