Ahorrar es muy fácil si te pagas primero a ti mismo.
La semana pasada te traje la primera parte de este tema, si no la has leído empieza por aquí, porque entenderás a qué me refiero cuando te digo que con lo que ganes primero te pagues a ti mismo. En este artículo ya doy por hecho que entiendes a que me refiero.
Cuando alguien me dice que le resulta imposible ahorrar, siempre le contesto de la misma forma: Cuando no tienes trabajo -y varios de los que están leyendo este artículo seguramente han estado en esa situación alguna vez-, haces maravillas para administrar el dinero y vivir con lo poco que tenías guardado o con ayudas de familiares cercanos con los que sales del apuro durante las semanas o meses que te toma encontrar un nuevo empleo.
¿Por qué entonces cuando te aumentan el sueldo o tu negocio produce más de lo habitual sigues sin poder ahorrar? Hasta ese momento habías vivido con menos, cómo es que ahora se ha vuelto tan necesario vivir con más si tan sólo ayer podías hacerlo con menos. Imagina cuántos empresarios se han visto entre la disyuntiva de dejar en el negocio el poco dinero que sobra para que el negocio siga comprando inventarios y creciendo o pagarse para vivir decentemente; y la mayoría opta por inyectarlo al negocio y sacrificar un poco la calidad de vida mientras el negocio despega.
¿Cómo es posible que cuando no hay otra alternativa la gente encuentra siempre una forma para ir llevando la situación, pero cuando si la hay entonces dicen que es imposible ahorrar?
Si te pagas primero a ti mismo entonces no tendrás disponible para gastar todo lo que ganas, tendrás disponible solo la cantidad que quede después de pagarte a ti mismo y ese es el secreto para poder ahorrar de forma simple.
Mi padre y en general muchos de sus socios y amigos que como él vinieron a México a buscar una mejor vida tienen una fórmula muy simple para ahorrar, y así lo han hecho desde que empezaron a trabajar y ganar sus primeros pesos. El sistema es muy sencillo y se basa en comprar pequeñas participaciones en proyectos en los que consideran puede haber buenos rendimientos, como es el caso de los proyectos en los que participamos como inversionistas desde hace años.
En proyectos del sector de la construcción, por ejemplo, las aportaciones no se hacen de golpe ya que construir no se hace en unos días, de forma que se preparan calendarios y estimaciones de avances y aportaciones y cada accionista cubre cada mes la parte que le corresponde de acuerdo a su participación accionaria. Es decir, si se pretende edificar un pequeño edificio con 10 departamentos y el costo estimado para la construcción es de 10 millones de pesos y el tiempo para realizar la obra de 10 meses, entonces se formaliza un acuerdo para hacer 10 aportaciones mensuales de 1 millón de pesos. Si un accionista compra por ejemplo el 2% de participación del proyecto, entonces se habrá comprometido a realizar una aportación de 20 mil pesos mensuales durante los próximos 10 meses.
La mayoría de los amigos de mi padre participan en proyectos de este tipo y formalizan su ahorro de esta forma, ya que es una dinámica que potencia el compromiso de ahorrar, porque lo hace público.
Es mucho más fácil fallar al hábito del ahorro si no tienes que dar cuentas a nadie. Si ahorrar significa guardar el dinero en casa o depositarlo en el banco es probable que falles en alguna o varias ocasiones en las que las sorpresas y los deseos te lleven a gastar más de lo que deberías, pero si te has comprometido públicamente a poner cada mes una determinada cantidad de dinero, entonces es altamente probable que no falles. Si además lo haces a través de proyectos de inversión en los que vigilas con cuidado el potencial del negocio y sigues los demás hábitos y principios de mi serie de artículos Como ser Millonario, entonces no sólo estarás ahorrando de una forma simple, sino que además estarás invirtiendo tu dinero al mismo tiempo.
El ahorro es el pilar de la riqueza y es uno de los hábitos de la riqueza que enseño en mi libro "¿Quieres ser Millonario? Yo te enseño". Si quieres saber más, cómpralo en esta web o en cualquiera de los canales de distribución autorizados.
Pagate primero, excelente concepto.
Maravilloso artículo, muy bien explicado!!!