Es típico que gente racional en determinadas áreas sea completamente irracional en otras áreas de su vida. Gente que actúa con coherencia para temas específicos y que sin embargo es incoherente en otros.
Esto no es congruente, de hecho es ilógico, “irracional”, pero es una realidad para la mayor parte de los seres humanos y seguramente lo es para ti también, tal como lo es para mí. Esta irracionalidad no es precisamente locura o falta de inteligencia, de hecho es comúnmente la gente más racional la que es completamente irracional para algunas áreas de su vida.
Los viejos dicen que en temas de política, religión y deportes es mejor no meterse, ya que es mas fácil hacer enemigos que amigos tocando esos temas. De hecho es en esos temas donde los seres humanos somos más irracionales, donde más cerrados estamos.
En estas y en algunas otras áreas de la vida escuchamos solo mientras esperamos para responder, no para entender - Como debería de ser.
Las razones son muchas y variadas, aunque todas tienen el mismo fondo. Cuando alguien va en contra de nuestra forma de pensar, de nuestra forma de ver y entender el mundo, nos sentimos atacados y sentimos una fuerte necesidad de defendernos, aun cuando realmente no estemos siendo atacados.
En materia de religión por ejemplo es difícil demostrar quién tiene la verdad y por tanto quién lleva la razón, finalmente se tratan de cosas inexplicables por el conocimiento humano y dependemos de la fe y de lo que dicen los libros sagrados para guiar nuestras opiniones - pero el verdadero problema es que hay muchas religiones y muchos libros sagrados.
En materia de política pasa algo parecido, hay varias corrientes, principalmente izquierda y derecha, es decir, populista y capitalista respectivamente. Las opiniones de la gente varían dependiendo del momento económico y político de cada país.
La misma persona puede votar en determinado momento de su vida por corrientes de izquierda y en otro momento por corrientes de derecha; y en cada ocasión defender a capa y espada su posición. Esto es aceptable ya que el momento de vida de cada persona afecta directamente su forma de ver el mundo y entender la economía y la política, pero lo que es peculiar es la falta de capacidad que tenemos para escuchar el otro lado de la moneda, para ver los otros puntos de vista de una forma ecuánime sin sentirnos atacados.
Esta irracionalidad está presente también en la economía personal y familiar. No es lógico trabajar arduamente y ahorrar de forma disciplinada para después abdicar completamente la decisión de cómo y dónde invertir el dinero ahorrado. En materia de dinero [tú dinero], solo debería haber un experto y esa eres tú. Es tu dinero, tú lo has ganado, tú has trabajado y ahorrado para tenerlo, ¿cómo es que consideras que puede haber alguien más experto que tú en esta materia?
La racionalidad es absolutamente necesaria en materia financiera, de lo contrario cometerás muchos errores derivados de tus emociones y de tu momento de vida. Ser racional es uno de los hábitos de la riqueza que enseño en mi libro "¿Quieres ser Millonario? Yo te enseño". Si quieres saber más, cómpralo en esta web o en cualquiera de los canales de distribución autorizados.